Hasta el cuelloLa “U” ganaba 2-0 a Municipal, pero le voltearon el partido y cayó 3-2
ANGEL HUGO PILARES. Si algún consuelo puede quedar a un corazón crema es que Alianza perdió 5-0. Que cuando un hincha de la “U” prendió su radio a pilas en el barullo de norte, la voz del otro lado le decía que podía pasar tres días burlándose del compadre aliancista que salió al estadio media hora antes que él. Pero ayer no se pudo beber a la salud de la derrota ajena, sino también de la propia. Admitamos de una vez que una derrota-desastre sabe un poco menos amarga cuando el compadre ha caído. Pero que ni lo dulce de un marcador así puede hacer que la saliva resbale lento, muy lento. Al mismo paso de tortuga que ofreció la “U” desde que Galliquio los dejó con diez y una franja empezó a volar y una crema se estrelló contra sus propias limitaciones. Universitario no iba a poder, jamás, aguantar el mismo ritmo durante noventa minutos. Apenas tres días antes había consumido toda la glucosa de su organismo tratando de evitar la vergüenza ante Atlético Nacional. Aquella vez lo logró, pero el precio, ahora que se sabe el resultado, ha sido demasiado alto. Iba ganando 2-0. Un taco de Vassallo a Michael Guevara y el pase que éste cedió dentro del área a Neyra había sido el comienzo de la ilusión. Para el minuto 19, Neyra corría todavía lo suficiente como para hacer que su fusil ingrese al arco de Reynoso. Pero luego no corrió más. Universitario había aguantado los embates iniciales de un “Muni” desesperado en los primeros minutos. Pero luego del primer tanto, pudo jugar lo suficientemente bien como para que el derechazo rasante que el chileno Núñez lanzó desde el borde del área, a los 22’, se convirtiera en gol. Ni siquiera el descuento de Municipal, un zapatazo de Iriarte dentro del área, pudo remecer los cimientos cremas, un minuto después. Hasta que Galliquio decidió expulsarse. John Galliquio se fue y la “U” decidió aguantar hasta que el entretiempo los ayudara a recomponer sus líneas. Pero en el camarín crema prefirieron dormir el cansancio del jueves pasado. En el 21’ del complemento, Masakatsu Sawa dejó en el piso al “Chemo” Ruiz, que se había resbalado al tratar de despejar un balón. Anotó porque Carvallo no podía ser Superman. Carvallo tampoco pudo salvar su arco a los 26’. Lo dejó desguarnecido cuando dirigió su barrera desde el medio de su arco y no desde su palo en ese tiro libre cerrado. Sheput aprovechó eso y Carvallo despejó hacia arriba. El balón chocó en el travesaño y Sawa, de nuevo, anotó. Prefiero detenerme en la imagen del “Chemo” Ruiz tirado en el piso. Desconsolado, aun sabiendo que las 83 velitas que apagó la “U” esta semana no están solas en la derrota-desastre que por estos días consume todo lo que alguna vez fue llamado “grande”. Si algún consuelo puede quedar a un corazón crema es que Alianza perdió 5-0.
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