En debut de Gareca, los cremas empataron 0-0 con Bolognesi en Tacna
Cuando Víctor Hugo Morales lo relataba mientras jugaba en River, decía de Ricardo Gareca: “Alto, Rubio y de zapatos marrones...” Un pitoniso diría que era un buen goleador. “Muy Palermo, muy Delorte (delanteros argentinos de Boca y Argentinos Juniors)”. A su equipo le urge de inmediato un delantero así.
Uno que como él -que ayer estaba alto, rubio y de zapatos marrones, parado al borde de la línea de cal-, supiera qué es hacer 116 goles y no fallar una cantidad similar gracias a la defensa de un Bolognesi. Esa que fue tan coronel que evitó el gol crema hasta quemar el último minuto.
Sin embargo, y pese al cero, que siempre es un mal comienzo, Ricardo Gareca infundió a la “U” algo que no tenía. Una vibración interna que no se veía en la crema muy a menudo.
En ese fortín fronterizo y vestido de crema, llamado Jorge Basadre, sucedió algo extraño. Atacaron, desperdiciaron oportunidades, pero Universitario atacó hasta el último minuto que pudo. Y eso, antes, no pasaba.
Universitario antes bajaba los brazos y Bolognesi, no. Esta vez fue al revés desde el momento en que expulsaron a “Cachito” Ramírez y Jean Tragodara, a los 6’ del segundo tiempo. O quizás antes.
A los 13’, por ejemplo, la pierna derecha de Johan Fano lanzó un zapatazo que rebotó en un defensa tacneño. Esa misma pierna intentó de inmediato un remate que Diego Penny retuvo doblando ambas rodillas y embolsando el balón. Eso significa que Penny está bien, Tan entero como Raúl Fernández, que a los 31’ del complemento estiró su cuerpo en una atajada felina y desvió un cabezazo de Johan Vásquez.
Es como si de pronto ambos equipos fueran un espejo del otro: Universitario intentó siempre llegar con la velocidad del “Vagón” Hurtado. Bolognesi, con la de Junior Ross. Hasta la expulsión.
Ahí Bolgonesi perdió un creativo y Universitario una figura de contención, con lo que los locales perdieron las posibilidades de ataque y los limeños elevaron sus revoluciones a niveles de vértigo. Antonio Gonzales,a los 24’ del complemento, recibió con su rapidez de pericote mordedor un pivoteo de Johan Fano y se sacó a Diego Penny. Su disparo, que ejecutó solo frente al arco, fue débil y permitió el despeje de Uribe, perdiendo la posibilidad más grande que tuvo la “U”.
Para ese momento ambos equpos eran muy distintos uno del otro a pesar de la igualdad. Cuando una radio de Tacna lo relata mientras dirige a Bolognesi, decía de Juan Reynoso: “Alto, puntero y de zapatos negros...” Un pitoniso que ve al final del Clausura diría que es un buen entrenador. “Muy Oblitas, muy Del Solar”.
Tacna CARLOS HELFER
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