lunes, 1 de octubre de 2007

Parecia otra derrota, al final se acordaron de ganar...

Los cremas le voltearon el partido a Cienciano y vencieron 2-1. Ya están terceros en el Clausura.

ANGEL HUGO PILARES En el momento en que el “Vagón” pateó, el balón fue tan lento y esquinado que hubiera sido tanto milagro que ingrese, como que la “U” gane en el Monumental. Cuando se hizo el gol, Hurtado se sacó la camiseta y dejó la constancia del milagro. “La ‘U’ triunfa con Jesús mi Señor”.

A los 35’ Héctor Hurtado pasó de vago a vagón y de ahí a tren. Recibió un pase de Candelo con el pecho, adelantándose a Solís, y ante la salida de Cisneros le dio con el pie derecho, con la misma sutileza con la que se hacen esos milagros del día a día.

Apenas dos minutos antes, Johan Fano había cabeceado un centro de Candelo con la misma fe que su compañero festejaba el primer triunfo en el Monumental luego de mil años. Universitario había aprovechado que Omar Jorge -DT interino- lo conocía un poco. A Cienciano, en cambio, Franco Navarro no lo había visto jamás en vivo y en directo. Y eso le costó.

Cienciano perdió porque Navarro se contentó con el 1-0. Y aprovechaba que Miguel Magallanes cobró hasta lo imposible contra la “U” y se comió un penal a Hurtado a los 28’.

En cambio, Universitario ganó con una garra que en algún momento pareció perdida, a pesar de que a los 40’ del primer tiempo, un gol de Miguel Huertas despertó esa intranquilidad de sala de partos en la que la “U” ha vivido desde que empezó el Clausura.
Sólo bastó un centro de Bazalar, un pivoteo de José Fernández en el que Galliquio se quedó quieto y el anca derecha de la “Rana” Huertas en el área chica para que la “U” vuelva a estancarse en la plenitud de sus problemas.
Desde la comodidad de su palco suite, Gino Pinasco le hacía un gesto obsceno a los hinchas que le mentaban la madre. Ahí nomás, un tipo de saco marrón acababa de pensar en qué se había metido. Es técnico y también la diversión favorita de los periodistas que, aburridos de un partido sin trascendencia, jugaban a averiguar en dónde estaba.

Como si de pronto todos los cremas se hubieran dado cuenta que estaban en un casting, y que Ricardo Gareca era el que elegía, las cosas cambiaron. El ingreso de Gary Correa fue vital para darle la llegada que Galliquio le prohibía. Hurtado le puso la velocidad que Gonzales-Vigil y su entrega no tenían.

Entonces fue cuando el colombiano y Johan Fano, que le grita el gol al juez de línea que lo tuvo todo el encuentro al borde del offside, le dieron el triunfo a la “U”. No sé por qué, pero estoy seguro que en algún momento entre el minuto 38 y el pitazo final, por la cabeza de Gino Pinasco pasó decirle a Gareca que regrese a su país, porque ya tiene nuevo técnico y se llama Omar Jorge.





































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