domingo, 17 de febrero de 2008

Con lo justo...

Una luz al final... del túnel




San Martín se había puesto en ventaja en los descuentos pero en la última jugada “Malingas” puso el gol salvador
Desde hoy mismo deberían empezar a vender estampitas con su rostro. Cada vez que se corte el cabello, ponerle precio a sus mechones, y es que ante nuestros ojos está un amuleto andante de comprobada eficacia. En conclusión, la “U” está que pierde plata. No por algo en Argentina lo bautizaron así. “Malingas” fue el talismán de Gareca salvando una derrota, poniéndole sello de triunfo a un empate agónico.

No hay otra explicación. En noventa y tres minutos, San Martín había construido un triunfo con medido merecimiento. Pasó de aburrir a la “U” -tratando de hacer un calco de ese brillante partido ante River Plate-, a encimar con el peso de su mejor preparación física en el último cuarto de hora del partido. Incluso marcando el gol en la supuesta última jugada. Parecía todo perfecto, todo calculado. Si ante los “millonarios”, Contreras fue el punto más alto del equipo de Rivera, esta vez lo fue el atildado Atilio Muente. En compañía del argentino Bianchi plantaron una muralla prácticamente infranqueable, en la que durante el primer tiempo no pudieron asomar ni “Malingas”, ni Hurtado, con excepción de esa incursión del “Vagón” a los 40’ que culminó con un remate tan cruzado como ahogado. Y si bien “Flemita” Pérez no alcanzó ese mismo nivel superlativo que ante River, Hinostroza asumió la conducción de la fuerza motriz de San Martín. Encima Candelo volvió a ser ese jugador intermitente, de pases geniales que levanta a todos del asiento, de mutismos futbolísticos pronunciados, de andar cadencioso y de nuevos silencios exasperantes. Así, y con la displicencia de Neyra -la tribuna lo nota-, la “U” fue sólo empuje. De no ser por la encomiable concentración y prolijidad de Galván y sus lugartenientes Araujo y Duarte -de lejos lo mejor del equipo de Gareca-, San Martín habría sorprendido antes. Sin embargo, con el correr de los minutos la “U” terminó desgastada y el avance progresivo de las líneas “santas” lo evidenciaba, hasta con dos remates al travesaño. Incluso el ingreso de Bernales era el pedido expreso de firmar el empate. Hasta que Leguizamón sacó ese remate que pegó en el poste y que Silva introdujo de cabeza con tres minutos adicionales encima. Pero cuando todos lo habían olvidado, cuando los periodistas ya lo calificaban con 4 ó 3 puntos, “Malingas” reclamó la vigencia de su “chapa”. Es un verdadero amuleto, comentaron todos. Él sólo gritó que la “U” no es como River, es mejor; maquillando el fastidio del empate con un triunfo moral en el último suspiro. KIKE LA HOZ

































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