lunes, 28 de abril de 2008

Pudimos ser primeros...

No sabe si reír u orar
La “U” empató 1-1 ante San Martín y perdió gran oportunidad de ser único líder
Tres días atrás era más que sensato apostarle todos los boletos al equipo de Gareca para el primer clásico del año. Hace tres días aún duraba la resaca de la apoteósica victoria en Arequipa con celebración evangélica de ese enviado de Dios apellidado Hurtado, mientras que en La Victoria las dudas asomaban de vuelta tras la caída del miércoles ante San Martín. Pasado el fin de semana, otro es el panorama. Roto ese Cristal casi indestructible a manos del “Checho”, Bobadilla y el “troglodita” de Rodríguez (Oblitas dixit) allá en la Ciudad Blanca, el camino hacia la punta había quedado allanado, limpiecito para que al final del domingo todos los cremas revisaran la tabla con justificadísima petulancia e hicieran leña al mejor amigo hincha de Alianza. Todo estaba dispuesto para ser punteros y favoritos al clásico. Ese inicio meteórico, a mil pulsaciones, con un gol con las canilleras recién acomodándose, hizo presagiar el triunfo, un baile de padre y señor mío a Alianza, victorias aquí y allá, y más victorias, y la vuelta en medio de la euforia de siete años de frustraciones. Ese gol de atropellada del “Vagón”, tras ese rebote que dio Butrón ante el remate de Neyra, apenas a los 3’, más que presagiar, hizo soñar a todos. Y pasó el minuto cuatro, cinco, seis, siete y ese ritmo frenético empezó a desaparecer. Y el equipo de Rivera empezó a despertar. Ya a los diez todos se acordaban que se trataba del campeón, de aquel equipo que había derrotado a River y América, y que entre semana le colocó la soga al cuello a Soto y una pequeña banca para apoyar los pies. Sólo seis minutos después, el empate de García fue el pellizco que evaporó el sueño. No había rastro alguno de ese absurdamente reapodado Riquelme peruano. ¿A quién se le pudo ocurrir esa ‘chapa’?, porque Donny ni siquiera alcanzó a ser el Neyra aquel del pase sensacional en Arequipa. Y sin un talentoso, al menos al cincuenta por ciento de su capacidad, para empujar la locomotora que había sido la “U”, entonces el “Vagón” Hurtado fue frenando en intenciones hasta desaparecer totalmente. No es exagerado decir que las opciones de llegar al arco de Butrón no existieron en el complemento. Una vez más “Malingas” tuvo que excusarse en que su maleficio se terminará el próximo partido. La valentía de las dos Torres (Rainer y Miguel) esta vez no alcanzó, en la medida de que la salida desde el fondo se hizo siempre dificultosa en los pies de Rabanal y Balta. Ni siquiera la expulsión de Hinostroza cambió el presente. Hasta hace tres días todas las apuestas para el clásico apuntaban a la “U”. Hoy, quién sabe. KIKE LA HOZ







































































Fotos: www.peru.com




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