lunes, 21 de julio de 2008

Para terminar bien...


Esta es la del cierre
La “U” venció 2-0 a Melgar en su partido final del Apertura
“A ritmo de entrenamiento”, decían los periodistas de antaño como “Pocho” Rospigliosi, Enrique Roel, Eduardo San Román, Oscar Vergara, para graficar un partido en el que un club grande vencía a un provinciano sin lujos ni goleadas. Esa frase que debía estar en el cementerio, será inmortal si existen partidos como el de ayer entre la “U” y Melgar. Y con mayor razón, ahora que los cremas fueron campeones del Apertura hace cuatro fechas y su partido de ayer fue como preparación para el inicio del Clausura la próxima semana. Y los hinchas esperan que con el arranque del nuevo torneo, regresen los viejos héroes del título ganado, Donny Neyra y “Malingas” Jiménez, quienes ayer mostraron un alarmante bajón futbolístico. La “U” ganó a los arequipeños gracias a su mayor peso de equipo, a su equilibrio defensivo y al oportunismo a la hora de definir, aunque se perdieron un par de goles más. Fue imperdonable que “Malingas” y Rabanal fallen frente al arco rival. Y como esto venía sucediendo a lo largo del partido, donde los cremas se apoderaron rápido del balón, el funcional Rainer Torres, se tuvo que atrever más y abrió el marcador a los 37 minutos de fuerte remate desde el borde del área grande, tras pase de Rabanal. Con ese tanto, los locales se acomodaron mejor, mientras que Melgar intentó sacudirse. Los arequipeños crearon algunos episodios de peligro, como a los 35 minutos cuando un remate del “Gallito” Valdivia pegó en el poste derecho del arco. En el complemento, Donny Neyra se animó a apuntar más al arco de Rodríguez, pero no estuvo afortunado y mostró poca entrega, la que causó desesperación por momentos en la tribuna. Hasta que llegó el segundo tanto del campeón. A los 60 minutos, “Vagón” Hurtado se proyectó dentro del área por derecha, al recibir un pase en profundidad de Jiménez, y la metió sin problemas. De este modo, Universitario volvió a sonreír en su propia casa, ganando con lo junto, sin ofrecer una jornada plagada de emociones, pero eso sí, con la promesa de volver por la puerta grande, el próximo fin de semana, que se inicia el Clausura. MIGUEL ANGEL SUERO





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