lunes, 7 de julio de 2008

Un artículo interesante...

Vivir sin aire. El fútbol peruano como negocio
Solo para profesionales.
¿QUÉ FALTA PARA QUE EL FÚTBOL PERUANO SEA UN NEGOCIO COMPETITIVO? UNA COMPLEJA Y PROFUNDA REFORMA QUE NADIE SE ATREVE A EMPEZAR PARA SALIR DE ESTA TRAMPA
Por Christian Navarro
¿Cómo explicar lo ocurrido el miércoles 2 de julio? A algunos puede haber sorprendido que la Liga Deportiva Universitaria de Quito, de Ecuador, campeone en la Copa Libertadores en un Maracaná abarrotado de hinchas del Fluminense brasileño, pero basta revisar su página web y ver todo el trabajo que está detrás, al contar con una infraestructura deportiva de primera y contratar a técnicos de selección, en los últimos años (incluidos el peruano Juan Carlos Oblitas y el uruguayo Jorge Fossati), para explicar la hazaña.
Lo que se olvida es que el fútbol ya no es el de antes. "Tenemos 30 años de no hacer nada. Éramos terceros en América, detrás de Brasil y Argentina", explota Fernando Farah, ex directivo de Alianza Lima y gerente de operaciones de la empresa textil Lancaster. Treinta años, en los que la ciencia terminó por ingresar al deporte y este se ha profesionalizado en competencia y en gestión.
DIAGNÓSTICOEn el 2001 la Federación Peruana de Fútbol contrató a Apoyo Consultoría para hacer un diagnóstico de la situación competitiva de este deporte, desde una óptica de negocios. Las recomendaciones y el plan de acción se dieron al año siguiente. Pero es poco lo avanzado. "Es una receta de lomo saltado que nunca se hizo", dice Carlos Heeren, socio gerente de consultoría de negocios de Apoyo.
El análisis incidía en seis cambios principales que activarían un círculo virtuoso en este deporte: los clubes de fútbol, el sistema de campeonatos, el trabajo con los menores, el sistema de justicia, la organización de los entes del fútbol y la violencia.
En ese entonces, Alberto Siles, ex gerente comercial de Kodak del Perú y jugador de fútbol, fue contratado como gerente de cambio por la Federación Peruana de Fútbol para implementar las recomendaciones dadas por Apoyo. Como es obvio, su esfuerzo resultó casi estéril en una actividad donde la informalidad se come todo. Siles dejó la FPF este año y hoy se dedica a la consultoría independiente. "Este es un sistema perverso. Hemos entrado en la espiral de un círculo vicioso", es su opinión sobre lo que ocurre.
EL ESPECTÁCULOSegún información recopilada por Heeren, las taquillas en los últimos 10 años han caído en 41%. Y aunque este año se prevé un aumento (en la primera rueda del torneo de Primera División se recaudaron S/.4,5 millones en taquilla, frente a los S/.2,5 millones del 2007), el año pasado solo fueron superiores a las registradas por Bolivia y Venezuela.
Sin embargo, pese a que se están aplicando algunos avances en la reglamentación antiviolencia en los estadios y se cuenta con comisarios capacitados, esto no basta para erradicar a uno de los mayores enemigos de este espectáculo: la violencia. Es que, a diferencia de lo que ocurre en otros países, los clubes jamás aceptaron que se les asigne responsabilidades por los hechos de violencia suscitados en los espectáculos que organizan y aún la responsabilidad sigue siendo de la policía. "Se estima que un 70% de los hinchas de un equipo lo son porque sus padres los llevaron al estadio de pequeños", dice Siles. Si es así, los clubes están muy lejos de pensar en las taquillas del futuro
De otro lado, si bien se estima que los ingresos por derechos de televisión y patrocinios han aumentado en los últimos años (los ingresos por derechos de TV de los clubes bordearían los US$6,5 millones, al igual que los auspicios), "esto se da por la misma dinámica de competencia entre empresas de cable, telefonía o cerveza, antes que por un esfuerzo propio de los clubes en los que los patrocinadores confían", señala Siles. Prueba de ello: ni Sider-Perú, ni Transportadora de Gas del Perú explotan comercialmente su imagen de auspiciadores de clubes de fútbol peruano. Según Siles, una empresa suele invertir en publicidad asociada al fútbol 3,5 veces lo que invierte en auspiciar a un club.
LOS CLUBESPara hacer de los clubes de fútbol organizaciones con incentivos a largo plazo, con un manejo más transparente y con potencial para crecer, una de las piedras angulares de la propuesta de Apoyo Consultoría fue su reorganización societaria hacia un esquema de sociedades anónimas. Pero poco es lo que se ha avanzado en esta línea: hoy solo tres clubes de primera división lo son.
Jaime Marimón, directivo del Bolognesi, cree que las sociedades anónimas no son la panacea. "Si no cambian los directivos que hoy dirigen los clubes, no pasará nada. Donde hay tramposos, seguirán las trampas", afirma
Pero de algo serviría. Hoy, si bien los clubes han prácticamente saneado sus deudas con los jugadores de fútbol (con una huelga de por medio, el 2005), no se puede decir lo mismo respecto a sus pagos con otros acreedores. En el ambiente futbolístico se estima que la deuda tributaria supera los S/.50 millones anuales, pero la Sunat, a la que consultamos sobre la cifra precisa, pero prefirió abstenerse de darla.
UNA PALANCACabe destacar que en España y Chile fue la deuda tributaria la que originó el cambio en la manera que se gestionan sus clubes de fútbol. "Los clubes se fueron a la quiebra y la única manera de salir fue obligarlos a cambiar su estilo de gestión, estableciendo controles y requisitos para acceder a un deporte de alta competencia y con ingresos millonarios, cuando se trabaja con transparencia", señala Heeren. Y si bien en España, Real Madrid y Barcelona no son sociedades anónimas, sus presidentes responden con su patrimonio personal ante cualquier desbalance financiero en el que pueda incurrir el club.
Pero este esquema, que incluyó incentivos especiales y temporales para que los clubes reestructuren sus pasivos y se adecúen a una gestión moderna y transparente y una supervisión estricta del cumplimiento de las nuevas leyes, significó para los socios perder poder e influencia. Su papel se limitó a tener un abono en los estadios y a disfrutar de las instalaciones recreativas de su club, si es que después de la reestructuración patrimonial las conservaron. "El esquema de una sociedad anónima podría funcionar, pero antes hay que conversar bien con todos los socios", dice Gino Pinasco, presidente de Universitario de Deportes, reciente campeón del Apertura 2008. Si bien Pinasco se abstiene de revelar la cifra actual de deudas que tiene la 'U', sí dice que heredó unos US$15 millones en deudas de la administración anterior, sin incluir la contraída con Gremco por el estadio Monumental.
¿Por qué nadie quiere mandar a un club a la quiebra? "Nadie se mete con el fútbol, desgraciadamente. Nuestra intención nunca fue quebrarlos. Aunque estamos felices de haber contribuido a darle cierta formalidad. Hoy al menos todos los clubes tienen un contador y un abogado", afirma Fernando Revilla, gerente general de la Agremiación de Futbolistas del Perú. Para Siles, hay algo más. "Nadie se quiere arriesgar. Los clubes atractivos para invertir tienen hinchadas grandes y violentas, que cualquier dirigente informal te las puede echar encima", comenta.
Otro incentivo para que los clubes necesiten capital tampoco existe: la competencia entre los clubes. Con un presupuesto anual de US$5 millones puedes campeonar. Cuando eso cueste entre US$10 millones y US$15 millones, la cosa va a ser diferente", dice Siles.
MAL MENORMientras los clubes no resuelvan el ingreso de capital fresco a sus arcas a través de una organización más formal y transparente, tampoco serán capaces de disfrutar de uno de los principales rubros de ingresos en el mundo del fútbol: el negocio de menores.
Farah considera que un club debería estar dispuesto a invertir hasta US$300.000 en un proyecto de siete años, para asegurar su futuro. Y es que, hay un axioma en el trabajo con menores: solo el trabajo de largo plazo funciona, solo después de ocho años de trabajo vendes un jugador de alta competencia al extranjero. Así fue con Jefferson Farfán.
Para Farah, desarrollar menores es una oportunidad en sí misma: ahorras recursos para el club, pues cuando ascienden al primer equipo ganan menos que otros jugadores, pero también te pueden dar alegrías deportivas. Alianza Lima campeonó en el 2003 y el 2004 con esta generación. "Se llevaron a Farfán, pero antes nos dio dos títulos", señala con orgullo. Hoy Farah está alejado de este trabajo que tanto le apasiona, pero sabe que cuando las condiciones sean propicias, volverá.
Para Siles, una venta como la de Farfán para un club peruano puede triplicar los ingresos que percibe por taquillas, auspicios o derechos de televisión.
NO ES TODOSin embargo, los ejecutivos consultados por Día_1 señalan que hay más por trabajar, con otros dos temas como prioritarios: la estructura de la Federación Peruana de Fútbol y el sistema del campeonato nacional.
Siles considera, por ejemplo, que la Copa Perú impide que se creen instituciones fuertes en el fútbol local. "De un año a otro puedes pasar de ser amateur a profesional. Así, nadie va a apostar por estos equipos". En ese sentido, la reforma que se hizo con el campeonato de segunda división resulta insuficiente. Siles señala que antes para competir en segunda división bastaba un presupuesto de US$10.000, pero que hoy este se ha incrementado a US$60.000. "Pero estoy seguro de que si se cambia la Copa Perú, va a subir a US$300.000", agrega.
De otro lado, la estructura de bases del fútbol local, donde prima el fútbol amateur sobre el profesional para escoger a sus autoridades y tomar decisiones de trascendencia, es también una tarea pendiente. Ni qué decir de una supervisión bastante laxa a una mayor profesionalización de los clubes. En ese sentido, para Farah los problemas comenzaron cuando los clubes más importantes del fútbol local comenzaron a pelear.
Heeren considera, además, que mientras Alianza Lima y la 'U' no cambien su estructura societaria y se conviertan en sociedades verdaderamente profesionales capaces de crecer, los demás equipos no lo harán. "Mientras ambos sean chicos, el Perú va a ser chico", sentencia. Sería una lástima, para los que amamos el fútbol, que el tiempo le dé una vez más la razón.

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